Mi diosa

Oh J, mi diosa,
De alas doradas
Mariposa,
De espinas clavadas
La rosa,
Oh J, mi amapola
De personas amadas,
La diosa.

Jamás te dejaré sola
Entre el trigo marchito
De esperanzas apagadas
Y heridas ensangrentadas,
Que se abren hasta ti camino.

Jamás imaginé tal destino
A través de caminos inexistentes,
Crear esperanzas carentes
De sentido alguno.

Jamás imaginé amor distinto
Al que derroché contigo
Amor puro sin barreras
Sólo vanas esperanzas
Sólo quimeras.

Y ahora, tus palabras
Como puntas doradas de lanzas
Atraviesan mi impregnada piel
Cubierta por roja sangre
Dulce y sabrosa miel
Para saciar de amor tu hambre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba