Y te besé,
y en mis labios encontraste el secreto
supe darte el mundo en aquel beso
y despacio nos lo comimos,
entre tus labios y los míos,
jamás dejamos huecos.
Cada mañana te dejas querer
lo que nunca te han querido
esta mañana al amanecer
mirando a tu cara he sabido
que afuera brilla el sol para iluminarnos,
sólo por calentarnos,
se pone al rojo vivo
y el viento usa su silbido
para avisarnos que estemos tranquilos,
que el universo conspira
para que estemos juntos, mi vida.
La casualidad me llevó de la mano,
rebuscó entre mis sueños,
y hasta tu lado me trajo,
al cielo de tus palabras,
a tus ojos marrones que se clavan,
tan adentro
y tan en secreto
que he pensado que tal vez sea el universo
que conspira,
para que seas la cura de mi herida,
mi única ayuda.
Te voy a decir sin miedo a mentir,
que desnudé mis entrañas
y aparecieron clavadas como dagas
dos palabras: te quiero,
como si trabajara el universo
conspirando para que nos amemos,
oí su voz en mi cerebro
utilizando tu acento,
me llamaba a tu encuentro,
y te encontré,
y tu encontraste en mis besos
la conspiración de todo el universo
para cumplir mi sueño
de encontrarte tendida en mi lecho,
amándome en silencio,
pero sin miedo…
