Hay algo en ti que duele

No estoy seguro de lo que quieres
tal vez dudo de que me quieres
y escupo versos como éstos,
no, no soy un poeta perverso
no pretendo conmoverte
sólo he venido a verte,
porque hay algo en ti que duele
araña, penetra y me escuece
me hace sentir vivo,
es por eso,
que siempre te miro tan fijo
y grito con mi silencio,
no, no soy un poeta violento
por mucho que ruja inviernos
siempre te refugio en mi infierno.

Vendí a tus labios mi alma
pero esos diablos no la bautizaron
jugaron con mis lenguas de fuego
hasta que luego ardió tu cielo
en tu boca se desprenden tantas llamas
que arderan esos demonios rojos
y su calor me dejará sabor
a azufre dulce
y escozor en los ojos.

No, no soy un poeta cristiano
mi religión es tu cuerpo mundano
y sólo con mis manos
elevo plegarias a altares
custodiados por tus piernas
dibujo en tu piel retales,
constelaciones uniendo tus lunares
mendigo por tu espalda unas palabras
que acaricien suaves tu alma
mientras con la calma
de tener toda una eternidad
devoro sin ningún decoro
de secretos toda tu infinidad
y tus pechos recelosos
caen abatidos por mi locuacidad,
no, no soy un poeta
no es esa mi vanidad
solamente soy humano
y con mis versos
te quiero abrasar.

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