A veces tú y a veces yo, tal vez ninguno de los dos. Excusas sin sentido y palabras mentirosas ¿a dónde nos llevarán? Quiero estar a solas, contigo sólo. Tú y yo y nadie a nuestro alrededor. Quiero escuchar tu voz, sinceridad en tus ojos, brillo en tus labios, suavidad en tus manos. Apaga la luz no la necesitamos, la oscuridad nuestra canción. Seamos sinceros por una vez, tú y yo. A veces nada y luego todo, a veces todo y luego nada hablemos de nosotros dos.
Quizá haya un lugar para tí y para mí, donde la sinceridad sea verdadera y no haya apariencias embusteras. Quizá haya un lugar para los dos más allá de la Tierra del Adiós. A ves tú y a veces yo, siempre alguno de los dos, hoy es por ti, mañana soy yo. Nadie llama a nadie. Nadie escucha a nadie. Nadie está sólo. Cada uno en su mundo escapándose sólo a veces para encontrarnos, para compartir tiempo. Nada por tí, nada por mí. Contigo aprendí lo que es el olvido, a tí te enseñe lo que significa entrega. Juntos comprendimos que todo esto es un sinsentido que nos consume.
Ya no hay nada, nada por tí, nada por mí. Lo nuestro es una guerra entre todo y nada. A veces todo y a veces nada, siempre tú, siempre yo.