Abre los ojos, despierta del sueño
que aunque quieras,
no puedes conquistar el universo.
Sal de tu pequeño mundo
y arrójalo a las llamas,
que ardan todas tus nubes de humo
que caigan todos esos pájaros confusos,
que aunque quieran,
no pueden alcanzar el cielo.
Tu sueño es sólo un invento
para matar el tiempo
déjalo ya, que aunque quieras
no abrirás los ojos,
olvídalo ya, que aunque recuerdes
sólo te hará mal.
Abre los ojos, retira las vendas
que aunque lo sepan,
seguirán sin comprenderlo.
Levanta la vista bien alto,
respira bien fuerte,
seguirán sin conocerte
y presumiendo cada día de verte.
Abre los ojos y mira lo evidente,
vives en un lúcido sueño
de tupidos recuerdos,
pasajeros, que aunque quieras,
no abandonarán el vuelo.