Casas vacías

Quisiera enfrentarme con alguien
y al final solo encuentro un payaso
que me haga caso,
y encima soy yo…

Me encierro en mis celdas de aire
y no dejo que nadie
se encierre también,
que he de perderme
el tiempo necesario
para limpiar mi palacio
que he descuidado por vago
y se ha derrumbado
sobre mi sensatez.

No es fácil confiar en uno mismo,
tal vez, me pueda engañar si digo,
que lo dejé caer sin motivo,
puede que no tenga ningún objetivo
para seguir y no es díficil descubrir
algún motivo para mentir
y hacer creer que necesito
un poco de tiempo perdido
para devolverlo a un período feliz,
aunque del pasado no vaya a vivir,
quizá me haga volver a distinguir
el desliz, donde se me mezclaron las razones
para dejarme ir por las calles perezosas
de la conciencia pesarosa,
que sólo se queja de mi pensar peligroso.

Como si fuera idea mía,
luchar en la línea que separa:
dominio y agonía.
Si yo pudiera eligiría,
si supiera como sería
vencer la manía
de ir dejándome el alma cansada
en casas vacías…

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