Crepúsculo adormilado
levantas visiones y a visionarios
de algo que puede ser, tal vez,
al amanecer,
después de cúmulos de buenos ratos
mi músculo acelerado,
reposa desacelerando tiempos,
despacio, amaneciendo auroras
a tu lado, el sol se posa
en tus labios, provoca
que el espacio
se torne calmado
y repose acostumbrado
a nuestros tiempos muertos,
observándonos entre las sábanas,
mirándonos celoso de horas iguales
otrora prepara finales.
No sabe, que aunque lo sabe
lo desconoce al olvidarse
que nuestros cuerpos en la cama
y nuestras almas abrazadas
son distinta luz disipada
en espectros diferentes,
destellos referentes
al alma incorporada al cuerpo
escondida, dicen, en el cerebro.
No sé dónde se esconderá,
sólo sé, que a veces
se escapa por la boca
y encuentra complicidad en tu mirada,
se une a tus palabras
y baila extasiada con tu alma
al compás crepuscular
dónde todo se torna tan especial
tanta magia descubierta
en tan efímero encuentro.