Dulcemente

Dulcemente expiras veneno
por cada poro,
es todo un logro,
emanas secretos,
lo corroboro
perturbas mi sosiego
infectas mi sueños,
atraes amagos oscuros
amargos conjuros me ciegan
riegas mi piel con sangre de muerte
sentencias mi suerte
y así cuando te siga
me sentiré menos fuerte
mientras el río olvida mi vida.

Un perro canta a lo lejos
heroicos romances
de mis hazañas,
se va acercando la barcaza
y estoicos pilares
guardan la entrada de El Hades
y cuando llego,
ya nada recuerdo
ahogaron mis penas
por dos monedas
y ya no me quedan
sentimientos que me sostengan.

El juicio está cerca
y mi alma en venta,
ajustaremos cuentas,
abre la puerta…
me verás bailando en el abismo
mientras mis nuevos amigos
hacen apuestas,
coqueteando con el enemigo
rindo mis fuerzas
y abrazo la malevolencia
del que no ha visto
más brazos abiertos.

Bienvenido al infierno de mi destino
donde aún así mendigo
un poco de paz para mis huesos
quedaros vosotros el cielo…

Dulcemente suavizas la luz
ensalzas la oscuridad
¿quién eres tú?
¿cuál es tu ambigüedad?
para atesorar
esa malinterpretada divinidad
que se dice dueña del mal
y tan sólo es otro designio divino.

El acusador
no es sino el observador,
que curioso,
observa y cuestiona
a su superior…

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