Es tarde como siempre
y tu lucha, te requiere
de nuevo,
un vistazo al cielo y a la luna
que luego,
te mece cuando te duermes.
Duele tanto ver que te marchas,
que me recreo en mirar cómo te vas
sabiendo que volverás a buscar
tu rincón de paz,
en mis palabras,
en mis brazos
y en mi mirar.
Sólo pienso, a menudo,
que duro es que no quieras
siempre la paz
y abras la caja de Pandora
por un poquito de calma,
pecando de agitadora.
Aquí y ahora,
años más tarde,
continuamos la eterna guerra
por separado,
¿nuestro enemigo?
éste espejismo en el que vivimos
y su legado,
que nos arrastra,
reflejos de lo que pudimos haber sido
sólo bocetos de un lienzo
que jamás será vendido,
no lo pintaremos…
Si pudiera volver allí,
a menudo me pregunto,
cuál hubiera sido nuestra leyenda,
si en vez de mirar como te vas
pudiera haberte invitado a saltar
el precipicio que nos separa
y atando cabos remiendo tus alas,
otra vez a tu lado,
alivio que me miras,
estamos a salvo,
somos ángeles,
no evitaron el salto,
somos dos partes que encajan.
Ay! si pudiera volver atrás
si pudiera, lucharía un poco más
hasta despegar sin despertar
y volar contigo hasta un final
dónde todo fuera un sueño
en el que nadie sabe que duerme
y cuando despierto
no te mueves,
no es que no estés
sólo que duermes,
al alcance de mi mano.
La vida sólo se vive una vez,
no hay ningún ensayo
¿entonces como diablos
sabré si te amo?
¿con qué lo comparo?
si no habrá dos historias iguales
¿cómo sabré si salto?
tal vez si veo unas bonitas alas
de donde agarrarme,
las mías están agujereadas
no alzarán ningún vuelo
si nadie las repara,
sólo tocarán suelo
si la vida las maltrata.
in