Quiero ser como la lluvia que cae
y golpea sorda a tus espaldas
mis palabras como gotas, traen
la humedad infinita, tan fría,
que va calando hasta tus huesos
mis palabras chorreando por tu pelo
me dan certeza,
de que te he empapado con mis versos,
y tu belleza,
va dando forma a mis letras
moldeando con sus curvas éste poema.
Y éste poeta contempla descentrado
como corres bajo lluvia,
con el ritmo acompasado y peregrino
que he impreso en el sonido del caer.
Baila para mí,
como el agua por tu cuerpo,
abriendo camino para mis versos,
para mis dedos y sus secretos,
cubriré tu piel con mil sonetos
como si fueran mis besos
arribando a puerto
y agradeciendo al cielo
mi fortuna…
Por poder creer la lluvia…
Tal vez fue sin querer
que la dejé caer, pero cayó
resbalando entre mis manos
hasta tu piel,
que usé como papel
y plasmé humedades en él,
te dejé mojada de mi alma,
saciamos nuestra sed.
Después de mi tormenta de sentimientos,
al tiempo, llegó la calma.