La noche silencia los rumores
sella sueños con besos clandestinos
cuando aún no estoy dormido,
no sabe de rencores,
lo único que quiere noche
es la misma compañía
que tiene el sol cuando luce el día.
Pero yo te diré luna mía,
que eres reina de la noche
que miles de ojos alzados esperan el roce
de tu luz de plata,
como enamorados de tus destellos
esperan el beso en su cama
que libere el sueño y el hada.
Te diré luna llena,
que has de ganar las sombras
extender tu luz nocturna
entre tanto noctámbulo,
ser la cura
del insomnio del incauto
que no puede dormir por falta de cautela
al prevenir la fuerza
de tu pureza plateada,
que enmana letras
de poemas enlazadas.
En cada sueño, detienes el tiempo
haciéndolo aún más lento,
extiendes el método
de arropar corazones con manto de estrellas
y porque tu tierra es oscura, te quejas…
Pues yo te diré,
reina de la noche,
que eres la inspiración del poeta,
que no hay oscuridad sin luz,
ni luz sin oscuridad
y tu tienes la dualidad:
la luz de tu porte,
y lo negro de tu tierra
en tu reino de estrellas.
