Tengo un muñeco Vudú,
no tiene nombre,
pero a veces lo llamo Como Tú…
Como Tú no tiene corazón,
no me olvidé de él,
en su lugar una piedra,
como tienes tú…
y un descosido en la cabeza
por donde se le escapan las ideas
ahora sí, ahora no,
ahora te quiero porque lo digo yo…
No puede ver más allá
de los cuatro agujeros
que tiene cada botón,
no encontré nada mejor
que un abrigo del montón
y esa mirada que nunca dijo nada
al igual que un día me abrigó,
ahora parece algo cansada
mientras la espío en la mañana,
con mi muñeco en las manos,
acero frío en las entrañas,
sin pensarlo le clavo
y la primera gota escapa
de sus ojos de botón,
sólo un pinchazo más…
Miles de alfileres en el corazón
para que recuerde que el amor
duele y pincha sin razón
que siendo difícil lastimar una roca,
yo sólo quiero partirla,
que muera el NO en su boca,
partirla, como mi corazón…
Ahora sólo me queda,
un torpe muñeco de trapo
que mira angustiado
con sus ojos de botón.
