Nada fácil encontrarte

No es nada fácil encontrarte
si te busco en cada frase
y apareces a deshora en mi reloj.

Camino andando distraído, y a las tres
te veo mirándome curiosa, del revés
no sé que cosa es la que me hace confiar
tanto en el sol, ¿será el calor?
¿o la ceguera al buscarte entre su luz?

Disparo otra vez,
balas cargadas de algodón
y al golpear,
pellizcan suaves en la piel
como agujas que quieran tatuarme sin dolor,
dónde te escondes en el mapa del adiós.

Muéstrate,
o acabaré destripando tu intención
de verme arrodillado en busca de tu olor
como un perro callejero,
busca una mano que suavizar con su pelo
así busco yo tus huesos
y no encuentro lo que encierran entre ellos
y en tu tumba,
sólo quedan tus harapos hechos trizas
como mi músculo acelerado.

Si te atisbo,
aunque sólo sea en sueños
no es nada fácil encontrarte.

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