Ando el camino de las cosas
que no conducen a nada
como vivir pendiente de tus labios
en un constante atasco
de palabras atropelladas
rozando con mis dedos
tu cálido aliento, inútil precio
para cubrir la inocencia
de mis tímidos versos.
Respiro el aire estancado
de los sitios donde no has de llegar
como vivir revoloteando
en un constante avance
entre brisas aromáticas
demasiado fuertes para despejar
tu olor esencial.
Repaso con detalle tu rostro
caricias en tu piel me enseñan
a que sabe la miel
que no he de probar.
Cuando rozo la locura
con premura me convierto
en trágico estandarte
de vanas esperanzas
y falsas quimeras.
¿Y a qué esperas para sacarme
esta ilusión descabellada?
O acaso te gusta mirarte
tras mis ojos ciegos
que no son válido reflejo
sólo vaga distorsión
de la realidad
es mi obsesión.