Phirell, lleva por nombre esa mujer,
tal vez, ¿no crees?
¿que sus ojos lo pueden ver?
lo ve, descosiendo toda el alma de la piel.
Calla, son sus ojos tumbas de sal,
sus labios pegajoso azúcar
¿dudas de su dulzura,
o sólo de su veneno?,
será eso, si algo debe ser
será que no es ni tan tan mala,
ni tan tan buena,
ni una chica bien
ni una chica rara,
también puede ser
que simplemente sea ella
y así la quieras…
Sus letras ponzoñosas
a tus ojos se vuelven curiosas,
¿o ya no recuerdas?
lo guapa que está cuando se enfada,
acapara las estrellas en su cara
y dispara una palabra hiriente
¿lo entiendes?
así es ella, sumérgete en su mente
y espera que piense que la amas
y a la vez no le aportas nada
o queme tus fotos para olvidarse
que quiere darte su alma,
casi nada…
Te duele ver como se va,
y vuelve como si nada
estrella un beso en tus labios
y su estrella te mira con cara rara,
es un agravio el ser juzgado
sin más jurado que sus suaves manos
que arañan, engañan
sus ojos cristalinos escondidos
tras sus pestañas afiladas
que clavan mirada tras mirada
en mi cabeza,
alquien debería entender
el porqué de su belleza contradictoria,
la historia de sus sentimientos encontrados,
la noria de su pasado.