El fin no estaba claro
el paseo era inocente
tus pasos callados,
mi mirada valiente
pero esquivabas mis palabras
volviéndolas vanas.
Atardecer estático
tus manos se me escapan
pánico en el tiempo
y el verano que se acaba.
Tu piel cálida
me hacía templar
respiraba con ansia,
me tuviste que frenar
es pasajero dijiste
como viene se va.
Olías a despedida,
pero quise ser ignorante
y te recité unos versos
con fecha de caducidad,
escapas del desgaste
y me ofreces tus labios
llenos de besos tristes.
Haz dulce el adiós
se que odias la salida
pero nos hará libres
sin saber a dónde ir…